Lectura del día

Novena a Nuestra Señora del Rosario.

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN

Dulce Jesús de mi vida, prenda de mi corazón, a tus pies yo me arrodillo y te pido perdón, te pido de penitencia me des la absolución, por si este día, esta noche, me muero; me sirva de confesión.
Que el padre me dé su gracia, y el hijo su bendición, que la Santísima Virgen María me conforte, por si a la hora de mi muerte no puedo pedir perdón, ahora te lo pido con un acto de contrición:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
Amén.

ORACIÓN INICIAL

¡Oh tiernísima Madre! ¡Oh clementísima Virgen siempre pura y sin mancha, María! A vuestra maternal piedad acude ansiosa mi alma, deseando exhalar en vuestras plantas santísimas el corazón en filiales ternuras y cariñosas fragancias de vuestras místicas rosas. Vos, Madre de misericordia, viendo el mundo en vísperas de perecer al inminente estrago de la justa indignación de un Dios ofendido, plantasteis en la Iglesia, por medio de vuestro siervo y privilegiado hijo Santo Domingo el místico árbol del Santo Rosario, para que en sus rosas, o en sus misterios y oraciones tengan los pecadores medicina contra el mal de la culpa, los penitentes aliento para la penitencia, y los justos el mejor fomento de la virtud y preservativo contra el pecado. ¡Oh!, bendigan y alaben todas las criaturas la ingeniosa invención de vuestra excelentísima caridad. Haced, Madre y Señora nuestra, que abracemos todos con un corazón fino y humilde tan santa devoción y percibamos su verdadero espíritu; de suerte que aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón, para los pecadores medicina, para los penitentes aliento, y para los justos aumento de gracia a honra vuestra y gloria de la Trinidad Beatísima.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, poderosa abogada, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos! Si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma, consoladme Madre mía, alcanzándome el favor que de la Divina misericordia solicita mi corazón. Por aquellos intensísimos deseos con que, ansiosa de la salud de todo el mundo, suspirábais la venida del Redentor, por aquel indecible gozo que llenó vuestro corazón al concebir en vuestro seno virginal al mismo Dios, por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de nuestro bien empeñad una y otra en favor nuestro. Conseguidnos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de los siglos.
Amén.

Avemaría...


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Día


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GOZOS EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

Virgen Rosa celestial
De fragantísimo olor.
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

Rosa del Cielo escogida
Sois en vuestra Anunciación,
Rosa en la Visitación
A vuestra prima querida;
Y Rosa, que sin dolor
Parió a Dios en un portal.
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

Rosa humilde os elegisteis
En la Purificación,
Cuando sin obligación
A la ley obedecisteis:
¡Qué ejemplo tan superior
Dais con obediencia tal!
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

¡Oh, qué gozosa os mostrasteis,
Cuando con tal regocijo
Tres días perdido al Hijo
En el Templo le encontrásteis!
El hallazgo de esta flor
Dio nueva vida al Rosal:
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

En vuestro sacro Rosario
Se ven las rosas más finas
Del huerto, azotes y espinas,
La Cruz al hombro, y Calvario,
De esta púrpura el color
Os dio belleza inmortal.
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

Rosa en la Resurrección
Alegre y bella os mostráis:
Y al Empíreo enamoráis
En la gloriosa Asunción:
Del Espíritu de amor
Gozáis el mayor raudal.
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

De vuestro Hijo a la diestra
Subís, y allí coronada
Sois nuestra dulce Abogada,
Vida y esperanza nuestra:
Y mostráis al Redentor
Vuestro pecho virginal.
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

De gozos, penas y glorias,
¡Oh Virgen!, os coronáis,
Y a vuestros Cofrades dais
Salud, consuelo y victorias:
Siempre se encuentra el favor
En vuestro amor maternal.
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

Pues con eterno candor
Sois el más puro cristal,
Alcanzadnos del Señor
Perseverancia final.
Virgen, Rosa celestial
De fragantísimo olor:
Vos sois la Rosa mejor,
Que destierra nuestro mal
. R/.

℣. Ruega por nosotros, Reina del Sacratísimo Rosario.

℟. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.


Consagración a la Virgen
¡Oh Madre, quiero consagrarme a ti! Virgen María, hoy consagro mi vida a ti. Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida para que me protejas, me guíes y me consueles. Sé que en ti mi alma encontrará reposo y la angustia en mí no entrará. Mi derrota se convertirá en victoria, mi fatiga en ti fortaleza es. Amén.

Oración final
¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos! Por aquella confianza y autoridad de Madre con que puedes presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de nuestro bien, intercede una y otra en favor nuestro. Oh Dios, cuyo Unigénito por su vida, muerte y resurrección nos granjeó el premio de la salvación eterna, concedednos os suplicamos, que recordando estos misterios del Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos lo que contienen, y obtengamos lo que prometen. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Bendición final

   Dulce Madre, no te alejes, tu vista de nosotros, no apartes, ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes; y ya que nos amas tanto como verdadera Madre, haz que nos bendiga: el Padre, el Hijo , y el Espíritu Santo. Amén.